5 cosas que nos enamoraron el alma (y 3 que nos espantaron) de la boda influ del año

Y te contamos todo lo que debes aprender de esta boda para organizar la tuya.

Ha sido la boda influencer del año. No solo porque la novia, Lucía Bárcena, es una de las influencers patrias, sino que en su boda se congregaron influs a tope. Por cierto, apunte de salseo: en varios sitios leímos que Marta Ortega, que este año no para de ir a bodas (envidiaca máxima porque a nosotras no nos han invitado a ninguna y tenemos unas ganas de fiesta que no podemos con la vida), iba a ser una de las invitadas estrellas, pero, chica, que no se ha visto ni una foto de ella por Instagram.

Bueno, volvamos al redil que nos desviamos. Lucía Bárcena y Marco Juncadella. 24 de julio de 2021. Pazo de Oca. Vigo. Influencer más chiquillo de la aristocracia/jet set/gente guapa/llámalo X. Pero eso no nos importa. Aquí estamos para hablar de bodas y a eso vamos.

boda lucía barcena
Ellos se crían y ellos se juntan.

Atención: spoiler. Si vienes en busca de detalles del vestido, de looks de las invitadas más guais y de solo oír cosas bonitas, sal de aquí. No nos conoces. Somos Novia 101 y aquí se habla de bodas con todas las de la ley. Aquí se habla de bodas para ayudarte a ti, novia (o futura novia) a que organices tu boda como una pro. Y la experiencia es un grado y cuantas más bodas despellejemos analicemos como si fuéramos Grissom en CSI, más aprendemos todas y de eso se trata.

Así que, vamos al tema. Vamos a ver este bodón (sí, ya te adelantamos que fue un bodón) para que tú saques montones de consejitos útiles para la tuya.

Empezamos por eso que nos puso los pelos como escarpias, eso que dijimos: Whaaaaat? cuando veíamos los stories de gente superguapa, arreglada y divina de la muerte mientras nosotras estábamos en chándal veraniego y moño de andar por casa.

1. Los looks de invitada. A ver, que tampoco es que nos horrorizaran, pero, oye, que no hubo ninguno que dijéramos: muero de envidia, esto me lo apunto yo para cuando alguien se digne a invitarme a un evento, aunque sea el cumpleaños de mi tía Paqui. Ni María Pombo de verde, ni su hermana Marta en versión flower ni la Rubíes en amarillo (by the way, microinfarto al principio que la pantalla de mi móvil me jugó una mala pasada y lo veía blanco nuclear) nos convencieron al 100%. Pasable, pero esperábamos más, la verdad.

2. La manga larga y el cuello chimenea del vestido. Vale que la boda era en Galicia y todos sabemos cómo nos las gastamos por el norte de España (aquí al habla una asturiana), pero manga larga y cuello alto nos parece too much para julio. No nos convence y no nos gustó.

3. El comportamiento de los invitados con los móviles. ¡Quieto parao! Antes de que te nos abalances y linches por tal comentario, nos explicamos. Las bodas están para disfrutarlas, no para que todas las fotos que vayan a tener los novios de la salida de la iglesia sean cuerpos con un móvil por cara. ¿Somos nosotras o parece que Instagram retransmitió en streaming la boda? Por favor, un poco más de disfrutar el momento y menos estar captándolo todo con el teléfono.

Si has llegado hasta aquí, te queremos y, por eso, ahora te vamos a decir las 5 cosas que nos enamoraron, nos volvieron locas y hasta nos emocionaron y nos dieron envida de la buena y de las que tú deberías tomar nota para tu gran día.

1. Si lo que quieres es un fiestón, la música en directo siempre es un acierto. En la preboda ya contaron con grupo en directo y también flamenquito para en el cocktail. Si a esto le añades que cuentes con un DJ de los que sabes que te levantan la fiesta, pues apaga y vámonos.

Eh, que sabemos que esta combinación de música en directo y DJ de primer orden es algo al alcance de muy pocos bolsillos, pero en España tenemos la suerte de tener muchas empresas de producción musical que son la pera limonera, te la lían parda hasta el amanecer y tienen presupuestos aptos para todos los bolsillos.

No lo olvides, pequeño padawan, si fiestón quieres tener, profesionales (y no aficionados) debes coger.

2. Vale que Lucía es guapa a rabiar y que seguramente hubiera estado bellísima con cualquier cosa. Ahora, magia potagia es lo que hace un estilista profesional especializado en novias: dejar a la novia E-S-P-E-C-T-A-C-U-L-A-R.

El moño de bailarina, sencillo, pulido, fue una locura y demuestra una vez más que el menos es más y que no hace falta inventar la rueda en estilismo de novia para brillar. Pero es que no se quedó ahí. Durante la fiesta, Lucía lucía (olé ahí la redundancia) una melena al viento que te morías. ¿Tú sabes la preparación que lleva ese pelo para que primero luzca tirante en un moño bajo y luego tenga ese movimiento y parezca tan sedoso? Yo quiero vivir esa experiencia una vez en la vida. He dicho.

Ídem con el maquillaje. Maravilla. Sin estridencias, en el estilo de la novia, perfectamente encajado con el resto del look y que aguantó hasta el final de fiesta.

Apunta, amigui novia: el día de tu boda te van a hacer fotos, vas a llorar, te vas a reír, vas a dar besos, abrazos, comer, beber y cuando hayas terminado, vuelta a empezar. Escoge bien a tu maquillador/a y a tu peluquero/a para estar perfecta, que salgas genial (sin brillos ni cosas raras) en las fotos y tú te veas guapa a rabiar. Y todas sabemos que el día que nos peinamos nos vemos mejor. Imagínate cómo te vas a ver si te pones en buenas manos. Pues eso.

3. Lo que no se vio es nuestra tercera cosa favorita. ¿Y qué fue lo que no se vio? Al equipazo de sus wedding planners que organizaron un bodorrio brutal e impresionante. Han estado trabajando en esta boda (seguramente) más de un año, estuvieron el sábado supervisándolo todo, los días anteriores estuvieron de montaje para que todo estuviera en su sitio -¿has visto la iluminación?-, han coordinado a muchos proveedores (la media de una boda está en 40) y podemos asegurar sin equivocarnos que han trabajado como mulas para que todo estuviera perfecto, para que la boda fuera el bodón que ha sido.

No nos cansamos de decirlo: si te lo puedes permitir, tener a una wedding planner contigo es la mejor inversión que vas a hacer en tu boda porque te va a ahorrar estrés, te va a facilitar la vida y te va a quitar muuuuuuucho trabajo durante la organización y, sobre todo, el día de la boda. Y el día de la boda es para que lo disfrutes, no para estar pendiente de proveedores o enmarronar a tu madre, a tu hermana o a tu prima (lo sentimos, pero suele recaer sobre una mujer).

4. Los toques personales. Sí rotundo a las bodas en las que la personalidad, gustos y guiños de los novios estén presentes. Nos encantó la entrada a caballo de la pareja con la música de los Peaky Blinders. Por si has vivido en una cueva este fin de semana o no tienes Instagram, Marco, el novio, es jinete. Y también vimos algunas gorras peaky-blinderianas por ahí, así que nos imaginamos que es de esas tonterías que todos tenemos con nuestros amigos.

Hemos de confesar que ahí nos ganaron nuestro corazoncito, aunque en palabras de uno de los maridis de Novia 101 que no sabían quién era Lucía, Marco ni que se casaban ni que Álvaro Morata no es un futbolista sino el ex de María Pombo: “poco en común de estrato social veo yo entre estos y los Peaky Blinders”. Da igual. El gesto es lo importante. In love.

Hubo más y estamos atentas porque nos gusta cotillear daros toda la información disponible y en los marcasitios sabemos que hubo guiños y elementos cifrados que solo conocían los implicados.

¿Qué sacamos de esto? Que no hace falta tirar la casa por la ventana para que tu boda sea única. Pequeños detalles que solo conocéis vosotros, una tarjeta personalizada para cada invitado o una canción de esas que cada vez que suena vuestros amigos y vosotros lo dais todo y solo vosotros sabéis lo que significa es lo que va a quedar como el recuerdo más especial.

5. Como número uno de lo que nos enamoró, lo que nos dio envidiaca de la buena, lo que nos convirtió en fans de esta boda es la felicidad de los novios y la sonrisa -que no desapareció ni un segundo- de la novia. Allá donde veíamos un story o una foto (y fueron cientos), los novios transmitían buen rollo, alegría y amor a raudales.

Eran pura felicidad y eso, querida novia, es lo que hace que la boda sea inolvidable, porque esa felicidad es contagiosa y tus invitados y familiares estarán casi en la misma nube que tú y tu pareja y esa sensación tan maravillosa será con lo que se queden con el paso del tiempo.

BONUS TRACK (porque con todo el rollo que te hemos metido se nos había olvidado): el velo y la espalda (con ese nudo y esa apertura sutil) del vestido de diseñador a medida. Novias veladas al poder (y lo dicen 2 que fueron sin velo) y Lucía lo llevaba que quitaba el hipo.

Con esto y un bizcocho, esperamos Lucía y Marco que sean felices y coman perdices forever and ever. De verdad. Nos han encantado como pareja (no les conocemos in person) en su boda y les deseamos todo lo mejor.

Y a ti, si te ha gustado y si no, también, que, en definitiva, hacemos esto para ayudarte y de paso echarnos unas risas (que bastante agobio es ya organizar una boda), cuéntanos si estás de acuerdo, si no lo estás, si te ha gustado o si prefieres que hablemos de otras cosas.

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